domingo, 23 de octubre de 2011

Literaturas del siglo XXI


En el siglo XVII, se designaba lo que hoy denominamos "literatura" por medio de las palabras poesía o elocuencia. Durante el Siglo de Oro español, por poesía se entendía cualquier invención literaria, no necesariamente en verso, perteneciente a cualquier género literario. A comienzos del siglo XVIII, se comenzó a emplear la palabra literatura, para referirse a un conjunto de actividades que utilizaban la escritura como medio de expresión. A mediados del siglo XVIII Lessing, publica Briefe die neueste Literatur betreffend, donde aparece "literatura" como un conjunto de obras literarias. A finales del siglo XVIII, el término literatura se enfoca en la cualidad estética de las obras literarias. Este concepto se puede encontrar en la obra de Marmontel, Eléments de littérature (1787), y en la obra de Mme. De Staël, De la littérature considéré dans se rapports avec les institutions sociales.
En Inglaterra, en el siglo XVIII la palabra literatura no se refería solamente a los escritos de carácter creativo e imaginativo sino que abarcaba el conjunto de escritos producidos por las clases instruidas: cabían en ella desde la filosofía a los ensayos, pasando por las cartas y la poesía. En la Inglaterra del siglo XVIII, la novela tenía mala reputación, y se le cuestionaba si debía pertenecer a la literatura. Por eso Eagletonsugiere que los criterios para definir el corpus literario en la Inglaterra del siglo XVII eran ideológicos, circunscritos a los valores y a los gustos de una clase instruida. No se admitían las baladas callejeras ni los romances, ni las obras dramáticas (Una introducción a la teoría literaria, 29). En las últimas décadas del siglo XVIII apareció una nueva demarcación del discurso de la sociedad inglesa. Eagleton nos cuenta que surge la palabra poesía como un concepto de la creatividad humana en oposición a la ideología utilitaria del inicio de la era industrial. Tal definición la encontramos en la obra Defensa of poetry (1821) de Shelley. En el romanticismo de la Inglaterra, el término literatura era ideario a sinónimos como visionario o inventivo. Pero no dejaba de tener tintes ideológicos, como en el caso de Blake y Shelley, para quienes se transformó en ideario político, cuya misión era transformar la sociedad mediante los valores que encarnaban en el arte. En cuanto a los escritos en prosa, no tenían la suficiente fuerza o el arraigo que los de la poesía, más bien tenían un significado peyorativo como vulgar, o carente de inspiración.

Nuevas formas para abordar la cultura del texto literario

Si en un momento se trató de definir qué es la literatura, hubo otra tendencia, la cual se proponía agrupar otro tipo de textos que tenían un contenido literario, pero que la crítica consideraba que no pertenecían al corpus literario. En la búsqueda de nuevas formas de afrontar el referente literario, se plantearon nuevos discursos de abordaje a través de estudios de varias disciplinas afines. El caso que muestra este problema de definir la literatura se presenta en los estudios literarios coloniales. Walter Mignolo plantea esa problemática en su artículo La lengua, la letra, el territorio (o la crisis de los estudios literarios coloniales). Parte desde la problemática sobre cómo se puede configurar un corpus de obras de estudio y qué parámetros se usarían para hacer la selección. Tal problema se inicia con el concepto de anteriores críticos quienes acertaban a señalar que sólo los textos castellanos serían dignos de estudio.caso de Enrique Anderson Imbert, en la cual afirma que la literatura en América sólo la conforman aquellos que hacen "uso expresivo de la lengua española en América". Descarta las producciones por indígenas, los escritores hispanoamericanos que escribieron en latín como Rafael Landívar, en francés como Jules Supervielle o César Moro, o en inglés como Hudson. 



La literatura como práctica de escritura

Para Barthes la literatura no es un corpus de obras, ni tampoco una categoría intelectual, sino una práctica de escribir. Como escritura o como texto, la literatura se encuentra fuera del poder porque se está obrando en él un trabajo de desplazamiento de la lengua, en la cual surten efecto tres potencias: Mathesis, Mímesis, Semiosis (Barthes, Lección Inaugural, pp. 120-124 ).


Autores


Roberto Ampuero
Roberto Ampuero Espinoza (Valparaíso, 20 de febrero de 1953) es un escritor chileno conocido principalmente por sus novelas policiacas protagonizadas por el detective privado Cayetano Brulé. Ampuero —que reside en Estados Unidos, donde es un distinguido profesor en la Universidad de Iowa—, no se limita a la saga de Brulé y escribe también "novelas que abordan la pareja moderna" en las que "la mujer es profesional, moderna, emancipada, con voz y agenda propias, una mujer que desconcierta al hombre que se considera más moderno.


Jorge Marchant Lazcano
Jorge Marchant Lazcano (*Santiago, 9 de marzo de 1950) es un escritor, dramaturgo y periodista chileno, hijo de Jorge Marchant Montalva y María Ester Lazcano Cuevas, tuvo una educación religiosa, conservadora y bastante formal de la cual se desligó, parcialmente, al ingresar a estudiar periodismo, primero en la Universidad del Chile de Valparaíso (1969) y luego en la de Santiago. No le había alcanzado puntaje para quedar en la sede capitalina, por lo que tuvo que irse al puerto, hasta que su padre, militante democratacristiano y primo hermano del presidente Eduardo Frei Montalva, logró trasladarlo a Santiago al año siguiente.

Marchant trabajó en la desaparecida editorial Quimantú, se inició en el periodismo en Paula, una revista dedicada al mundo femenino, redactaba comentarios literarios para el vespertino La Segunda y publicó su primera novela en Buenos Aires en 1977: La Beatriz Ovalle, que, reeditada en Chile tres años después, se convirtió en uno grandes éxitos nacionales con numerosas ediciones.
En 1982 sale La noche que nunca ha gestado el día, novela corta, y, cuatro años más tarde, el volumen de cuentos Matar a la Dama de las Camelias. Entretanto, ha incursionado en el teatro con Gabriela (1981), pieza en torno a la vida de la Mistral y Última Edición (1983), un retrato irónico de su participación en Paula.
Roberto Bolaño
Roberto Bolaño Ávalos (Santiago, 28 de abril de 1953 – Barcelona, 15 de julio de 2003 ) fue un escritor y poeta chileno, cuya novelaLos detectives salvajes ganó los premios Herralde 1998 y Rómulo Gallegos 1999. Después de su muerte Bolaño se ha convertido en uno de los escritores más influyentes en lengua española, como lo demuestran las numerosas publicaciones consagradas a su obra y el hecho de que tres novelas —además de la ya citada Los detectives salvajes, 2666 y la breve Estrella distante— figuren en los 15 primeros lugares de la lista confeccionada en 2007 por 81 escritores y críticos latinoamericanos y españoles con los 
mejores 100 libros en lengua castellana de los últimos 25 años.

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